HISTORIA EN BREVE

• Los datos demuestran que los niveles más altos de biomarcadores de grasa láctea se relacionan con un riesgo menor de sufrir eventos cardiovasculares y mortalidad por todas las causas. La relación parece ser grasas saturadas de cadena impar, como el ácido pentadecanoico (C15:0)

• Las personas con niveles más altos de C15:0 tenían una incidencia menor de riesgo de enfermedad cardiaca de forma lineal dependiente de la dosis. Los datos compararon el C15:0 con omega-3 y encontraron más beneficios

• El aceite de coco es otra grasa saturada saludable que ayuda a controlar la enfermedad de Crohn, apoya la función tiroidea y promueve la salud del corazón; en lugares donde el aceite de coco se consume de manera rutinaria, las poblaciones tienen poca enfermedad vascular

• Por el contrario, los aceites vegetales, recomendados por la Asociación Americana del Corazón, provocan un desequilibrio muy grave entre el omega-3 y omega-6, y aumentan el riesgo de sufrir varias enfermedades crónicas y letales, incluyendo el cáncer y la disfunción mitocondrial que causa la muerte celular

•Una dieta cetogénica cíclica mejora su capacidad para quemar grasas y producir cetonas, lo que optimiza su función metabólica, mejora la eficiencia de las células y lo hace más resistente contra virus respiratorios como el SARS-CoV-2

Las grasas alimentarias son un componente básico de una alimentación saludable. Sin embargo, el tipo de grasa que elija puede marcar la diferencia entre apoyar una salud óptima o promover enfermedades. Una forma sencilla de mejorar su salud y reducir el riesgo de sufrir enfermedades crónicas es reemplazar los aceites peligrosos con grasas saludables.1

Por ejemplo, en varias ocasiones he advertido sobre el uso del aceite de soya.2 La soya no solo suele modificarse de forma genética para soportar aplicaciones de herbicidas como Roundup,3 pero el aceite también está un poco hidrogenado y cargado con grasas trans,4 también es una fuente de grasa omega-6 llamada ácido linoleico (LA). Esto es muy susceptible a la oxigenación, que a su vez daña las células.

A medida que su cuerpo digiere el aceite de soya, se descompone en subcomponentes dañinos llamados productos finales de oxidación avanzada de lípidos (ALE)5 y metabolitos oxidados de ácido linoleico o LA (OXLAMS).6 Estos causan un gran daño a nivel celular y podrían ser la base de muchas enfermedades metabólicas y degenerativas crónicas.

Esto se debe a que los aceites generan la disfunción mitocondrial que activa el proceso de la enfermedad, de hecho, existen varios estudios que lo han demostrado.7,8,9,10 En lugar de aceites vegetales, elija mantequilla orgánica de vacas alimentadas con pastura. Los datos demuestran11 que los biomarcadores del consumo de grasas se relacionan con menos enfermedades cardiovasculares y mortalidad por todas las causas.

El consumo de grasas lácteas se relaciona con una menor enfermedad cardíaca y muerte

Un estudio12 publicado en septiembre de 2021 en PLOS Medicine analizó la relación entre los biomarcadores en suero del consumo de grasas en la alimentación y la incidencia de enfermedades cardiovasculares. En un estudio realizado en Suecia, los investigadores midieron el ácido pentadecanoico 15:0 (C15:0) y analizaron otros 17 estudios que relacionaron biomarcadores de grasa láctea con resultados de enfermedades cardíacas o mortalidad por todas las causas.

El ácido pentadecanoico es un ácido graso esencial que necesitamos obtener a través de alimentos o suplementos. Stephanie Venn-Watson es cofundadora y directora ejecutiva de Seraphina Therapeutics, que produce un suplemento C15:0. Explicó:13

“Las grasas saturadas de cadena impar, como C15:0, se metabolizan en ácido propiónico, que respalda el metabolismo saludable y la producción de energía. Por el contrario, las grasas saturadas de cadena uniforme se metabolizan en ácido acetoacético, que puede promover un estado propenso a la diabetes y a las lesiones cardiovasculares”.

En el estudio que se realizó en Suecia14 hubo un promedio de seguimiento de 16.6 años, durante los cuales ocurrieron 578 eventos cardiovasculares y 676 muertes en 4 150 adultos. Los datos demostraron que las personas con un nivel más alto de C15:0 tenían una menor incidencia de riesgo de enfermedad cardiaca de forma lineal dependiente de la dosis.  También hubo un riesgo menor no lineal de mortalidad por todas las causas.

Los resultados de este estudio se agregaron a otros 17 estudios en un metaanálisis sistemático, durante el cual los investigadores descubrieron que los niveles más altos de grasas lácteas 15:0 y 17:0 se relacionaron con un riesgo menor de enfermedad cardíaca.

En el metaanálisis, los investigadores no encontraron ninguna relación entre la grasa láctea y la mortalidad por todas las causas. Estos datos respaldan investigaciones anteriores de que la grasa láctea no se relaciona con un riesgo mayor de enfermedad cardiovascular, sino todo lo contrario. El investigador concluyó:15

“En un metaanálisis de 18 estudios observacionales, incluyendo nuestro nuevo estudio de cohortes, los niveles más altos de 15:0 y 17:0 se relacionaron con un riesgo menor de ECV.  Nuestros hallazgos respaldan la necesidad de estudios clínicos y experimentales para aclarar la causalidad de estas relaciones y los mecanismos biológicos relevantes”.

Best Life llama a C15:0 el "primer ácido graso esencial que se ha descubierto desde que el omega-3 apareció hace más de 90 años".16 Esto podría deberse a que los productos lácteos enteros han recibido mala reputación desde la década de los 60's,17 tal vez debido a estudios de investigación que podrían haber identificado la importancia de esta molécula décadas antes. 18

El ácido pentadecanoico esencial y la grasa omega-3

Las grasas omega-3 son indispensables por varias razones. Los investigadores explicaron que tienen un efecto significativo en su cerebro19 y la salud del corazón. 20 De acuerdo con datos publicados en 202021,22 se demostró cómo los que dieron positivo para el anticuerpo anti-descarboxilasa del ácido glutámico (GAD65), que es un marcador de diabetes tipo 1,23pueden disminuir su riesgo de sufrir diabetes en la edad adulta al consumir pescado graso rico en omega-3.

Los resultados se basaron en 11 247 casos de diabetes en la edad adulta y 14 288 controles sin diabetes de ocho países de Europa. 24 Como he escrito antes, es muy importante tener cuidado con sus elecciones de mariscos. No todos los pescados contienen grasas omega-3. Solo los pescados grasos de agua fría, como el salmón salvaje de Alaska, anchoas, sardinas, caballa y el arenque.

Sin embargo, es mejor evitar el pescado de piscifactoría y en especial el salmón de piscifactoría, ya que tiene un potencial muy alto de contaminación. La mayoría de los peces de piscifactoría consumen maíz y soya modificados de forma genética,25 que es una alimentación poco natural para la vida marina y contienen muchas grasas omega-6. El salmón de piscifactoría tiene más de 5.5 veces la cantidad de grasas omega-6 que el salmón salvaje. 26,27

Las grasas omega-3 también son un indicador de mortalidad por todas las causas. En un estudio, 28las personas con un nivel alto de omega-3 tuvieron una mortalidad total que fue 34 % menor que las que tenían niveles más bajos de omega-3. El omega-3 también contribuye a la desinflamación,29optimiza la construcción de músculo30 y la fuerza de los huesos,31 mejora el síndrome metabólico32,33 la salud mental y el comportamiento. 34

Una deficiencia de omega-3 podría aumentar su vulnerabilidad a diversas enfermedades crónicas.  La mejor manera de determinar si consume suficientes cantidades de alimentos que contienen omega-3 es por medio de pruebas. 35Una prueba que mida las grasas omega-3 en la membrana de sus glóbulos rojos y ha sido validada como un marcador estable y duradero sobre su estado de omega-3.

Un índice de omega-3 superior al 8 % se relaciona con un menor riesgo de muerte por enfermedad cardíaca, mientras que un índice inferior al 4 % podría ponerlo en mayor riesgo de mortalidad relacionada con alguna enfermedad cardíaca. Un estudio publicado en mayo de 2022 en PLOS|One,36 comparó el C15:0 con el ácido eicosapentaenoico (EPA), que es "una de las principales grasas omega-3". Los investigadores escribieron:

“En resumen, el C15:0 tenía actividades dependientes de la dosis y relevantes de manera clínica en diferentes sistemas de células humanas que eran más amplios y seguros que el EPA, y las actividades del C15:0 tenían la misma efectividad que las terapias comunes para los trastornos del estado de ánimo, las infecciones microbianas y el cáncer.  Estos estudios respaldan aún más el papel emergente de C15:0 como un ácido graso esencial”.

Cómo el aceite de coco favorece la salud

Consumir alimentos ricos en grasa también mejora su capacidad para quemar grasa. Existen varias estrategias que puede usar para promover su capacidad para quemar grasa como combustible, incluyendo una dieta cetogénica cíclica y el ayuno intermitente.

El aceite de coco es otra grasa saturada saludable que ayuda a controlar la enfermedad de Crohn,37apoya su función tiroidea38y promueve la salud del corazón. 39,40El aceite de coco es una excelente opción para cocinar ya que resiste el daño inducido por el calor y puede reemplazar varios productos de cuidado personal que son caros y peligrosos,41como exfoliante corporal, pasta de dientes, humectantes y lociones para afeitar.

Se han realizado más de 2 500 estudios42 con aceite de coco que han demostrado muchos de los beneficios que tiene. A pesar de esta larga lista de pruebas, aún se sigue difamando.

En los lugares del mundo donde el aceite de coco se consume como parte de la alimentación estándar, las personas parecen gozar de mejor salud.  Por ejemplo, las poblaciones polinesias de Pukapuka y Tokelau consumen una alimentación con cantidades muy altas de coco y otras grasas saturadas y poco colesterol y azúcar.  En estas poblaciones, los investigadores descubrieron que "las enfermedades vasculares son poco comunes en ambas poblaciones y no existe evidencia de que el alto consumo de grasas saturadas tenga un efecto perjudicial".43

Sin embargo, existe otro estudio44que se centró en los pobladores de la isla Kitava de Papúa Nueva Guinea. Además del pescado, las frutas y los tubérculos, el coco también se considera como un alimento básico. Ninguno de los indígenas en este estudio reportó derrames cerebrales, muerte súbita, dolor de pecho o malestar debido a la enfermedad cardíaca coronaria (CHD).  De hecho, los investigadores concluyeron que al parecer esta población no desarrolla los derrames cerebrales ni cardiopatía coronaria.

Por qué los aceites vegetales son peligrosos

Los aceites vegetales son una fuente concentrada de ácido linoleico omega-6, lo que ha provocado un grave desequilibrio entre las grasas omega-6 y omega-3 en la dieta de la mayoría de las personas. Históricamente, los humanos consumían omega-3 y omega-6 en una proporción de 1 a 1.45 Hoy en día, la mayoría de las personas obtienen hasta 25 veces más omega-6 que omega-3.46 Este desequilibrio ha causado muchas enfermedades cardíacas, afecciones inflamatorias, enfermedades gastrointestinales y cáncer, en especial, cancer de mama, próstata, colon y pulmón.

La conexión con el cáncer se revisó en un artículo de Medium del 8 de noviembre de 201947 escrito por Maria Cross, nutricionista con una maestría en ciencias. Ella señala que:

“el equilibrio entre los dos grupos de PUFA es lo que está desequilibrado y causando estragos en nuestros cuerpos. Evolucionamos y estamos genéticamente adaptados a una dieta que proporciona cantidades más o menos iguales de omega-3 y omega-648 ... Solo puede haber consecuencias, y de hecho las hay: datos experimentales49 apoya la teoría de que es este desequilibrio entre los dos PUFA es lo que predomina en el desarrollo de un tumor”.

La conexión con el cáncer también se revisa en un artículo de 2016,50 "Role of Diets Rich in Omega-3 and Omega-6 in the Development of Cancer", que señala que "los ácidos grasos poliinsaturados omega-6 y omega-3 a menudo compiten entre sí por el metabolismo y actúan de manera opuesta".

Los aceites vegetales no solo influyen en el desarrollo del cáncer. Por ejemplo, Sanjoy Ghosh,51un biólogo de la Universidad de Columbia Británica, demostró que sus mitocondrias tienen problemas para usar PUFA como combustible debido a la estructura molecular única de las grasas. Otros investigadores demostraron que el ácido linoleico PUFA puede causar la muerte celular además de obstaculizar la función mitocondrial.   52

Según Frances Sladek,53 Ph.D., toxicólogo y profesor de biología celular en UC Riverside, los PUFA se comportan como una toxina que se acumula en los tejidos porque su cuerpo no puede deshacerse de ellos fácilmente. Cuando los aceites vegetales como el aceite de girasol y el aceite de maíz se calientan, también se producen sustancias químicas cancerígenas como los aldehídos. 54

Entonces, en resumen, si su objetivo es mejorar la salud del corazón, ignore los consejos prejuiciosos de la AHA sobre las grasas dietéticas y los aceites de cocina porque lo llevarán en la dirección completamente opuesta.

Las grasas aumentan las cetonas y mejoran la función metabólica

Comer una dieta baja en carbohidratos y alta en grasas ayuda a que su cuerpo sea metabólicamente más flexible, ya que quema grasa como combustible. La dieta cetogénica ha existido desde hace más de 100 años y ha demostrado tratar a pacientes con convulsiones incurables.  55 Los alimentos como la mantequilla de animales alimentados con pastura y el aceite de coco ayudan a aumentar las cetonas, que son grasas solubles en agua que ayudan a curar los tejidos.

En esta entrevista con el Dr. William Seeds, hablamos sobre cómo optimizar su función metabólica, mejorar la eficiencia celular y hacerlo más resistente a los virus respiratorios mediante el uso de cetonas.

Como dice Seeds, son ideales para respaldar las defensas del cuerpo contra las infecciones virales, ya que restablecen la homeostasis celular, brindan energía rápida, recargan sus antioxidantes y controlan la oxidación dentro de la célula. 56,57

Las cetonas también aumentan la nicotinamida adenina dinucleótido fosfato hidrógeno (NADPH), un poderoso cofactor metabólico que mejora la capacidad de su cuerpo para recargar los antioxidantes a su estado funcional al donar un importante electrón reductor.

NADPH, en mi opinión, quizá es una de las biomoléculas más importantes de su cuerpo, ya que es la forma principal en que su cuerpo recicla sus antioxidantes.  Es como si les enviara electrones para reducir el exceso del estrés oxidativo. Esto es importante porque una vez que se usan esos antioxidantes, ya no funcionan. Esto explica por qué fallan muchos estudios que han intentado demostrar los beneficios de tomar altas dosis de antioxidantes.

Cuando los antioxidantes se toman como suplementos, tienen el potencial de suprimir los radicales libres beneficiosos de una manera indiscriminada.  Pero cuando recarga antioxidantes con NADPH, su cuerpo es capaz de discriminar de manera selectiva e inteligente entre los radicales libres específicos que desea eliminar.

Las cetonas también suprimen las vías inflamatorias, lo que tiene un beneficio significativo contra las infecciones virales como la COVID-19. Las estrategias que puede usar para aumentar sus niveles de cetonas endógenas incluyen una dieta cetogénica cíclica y tomar aceite MCT C8 (ácido caprílico). Si bien esto requiere un poco más de tiempo y compromiso, es mucho menos costoso ya que los ésteres de cetonas suplementarios suelen costar alrededor de $ 1 por gramo y una dosis terapéutica puede oscilar entre 5 y 25 gramos.

Seeds ha podido trabajar con cientos de médicos de los Estados Unidos a través de su sociedad de péptidos, la sociedad SSRP.  58 Describe cómo el uso de estos protocolos con cetonas exógenas en el tratamiento temprano de COVID-19 tiene beneficios significativos. En muchos casos, el estado respiratorio de un paciente se puede mejorar en cuestión de minutos.

Estoy convencido de que las cetonas son una de las tres intervenciones que pueden tener un beneficio casi inmediato, incluyendo el hidrógeno molecular y el peróxido de hidrógeno nebulizado. Durante la entrevista, Seeds comentó sobre el uso de bicarbonato de sodio o Alka-Seltzer Gold para reducir la inflamación excesiva a nivel molecular.


Fuentes y Referencias