HISTORIA EN BREVE

  • Hace poco, una investigación evaluó la efectividad de los suplementos de vitamina D para prevenir el COVID-19 en los trabajadores de atención médica de primera línea. Esta investigación encontró que, a diferencia del grupo de control en el que 24.5 % de los participantes dieron positivo para COVID, en el grupo de vitamina D solo hubo un 6.4 % de casos de esta enfermedad
  • El grupo de tratamiento recibió 4000 unidades internacionales (UI) de vitamina D al día durante 30 días. Pero este estudio tiene un inconveniente, utilizó dosis fijas y no comparó los efectos que se producen en diferentes niveles séricos, que es la forma más precisa de evaluar los beneficios de la vitamina D
  • Los datos de los estudios D*Action de GrassrootsHealth sugieren que el nivel óptimo para prevenir las enfermedades y optimizar la salud es de entre 60 ng/ml y 80 ng/ml. Mientras que 40 ng/ml se considera un nivel suficiente
  • A diferencia de los suplementos orales, exponerse al sol no solo ayuda a producir vitamina D, sino que también estimula la producción de melatonina en las mitocondrias
  • La melatonina es una parte importante del tratamiento para el COVID, ya que reduce el riesgo de trombosis, sepsis y muerte. La evidencia sugiere que exponerse al sol podría ayudar a combatir una serie de infecciones respiratorias, incluyendo al COVID, y al parecer este beneficio se deriva de la producción de melatonina en las mitocondrias

Por el Dr. Mercola

Casi al principio de la pandemia de COVID-19, se hizo evidente que la vitamina D podría ayudar a reducir la incidencia de pruebas positivas, la gravedad de la enfermedad y el riesgo de hospitalización y muerte.

Los beneficios de la vitamina D en esta enfermedad eran tan evidentes que, a finales de octubre de 2020, junto con el Dr. William Grant y la Dra. Carol Wagner, quienes forman parte del panel de expertos en vitamina D de GrasseootsHealth, publicamos una revisión científica1 en la revista Nutrients.

El artículo titulado "Evidence Regarding Vitamin D and Risk of COVID-19 and Its Severity”, que se puede descargar y leer de forma gratuita, se convirtió en el segundo artículo más descargado de la revista Nutrientsdurante los 12 meses posteriores a su publicación.

Mientras que otro estudio sobre la vitamina D, que escribieron Bhattoa et. al., se convirtió en el estudio con el mayor número de descargas durante ese año y con la mayor cantidad de visitas de todos los tiempos (178 562) para cualquier artículo de Nutrients.2, en este estudio encontraron que tomar un suplemento de vitamina D redujo el riesgo de infección y muerte por influenza y COVID-19. Uno de los coautores de mi revisión, el Dr. Grant, también coescribió este artículo.

Pero eso no es todo, muchos otros artículos sobre la vitamina D también encabezaron las listas de vistas, descargas y citas, lo que evidenció el hecho de que las personas ya no se creían todos los comentarios negativos que hacían los medios de comunicación sobre la vitamina D, por lo que comenzaron a informarse por ellas mismas.

Más evidencia de los beneficios de la vitamina D

Desde entonces, cada vez hay más evidencia que respalda los efectos positivos que produce la vitamina D para combatir el COVID-19. La evidencia más reciente es un artículo3,4 que se publicó en la edición de junio de 2022 de la revista Archives of Medical Research, que evaluó la efectividad de los suplementos de vitamina D para prevenir el COVID-19 en trabajadores de atención médica de primera línea.

En este estudio participaron un total de 321 trabajadores de salud de cuatro hospitales mexicanos. Al comienzo del estudio, todos dieron negativo para COVID. Después, se dividieron al azar en dos grupos, el primero recibiría 4000 unidades internacionales (UI) de vitamina D al día durante 30 días y el segundo recibiría un placebo. Además de realizar pruebas PCR al inicio y después de 45 días de estudio, también se midieron los niveles de vitamina D y los niveles de anticuerpos.

Un total de 192 participantes completaron el estudio: 94 en el grupo de tratamiento y 98 en el grupo de control, y los resultados mostraron una diferencia muy marcada en las tasas de infección. Durante el estudio, solo el 6.4 % de los participantes que tomaron vitamina D dieron positivo a COVID, a diferencia del 24.5 % del grupo de control. (El valor p fue inferior a 0.001, mientras que cualquier valor por debajo de 0.05 se considera estadísticamente significativo).

Los investigadores concluyeron que incrementar sus niveles de vitamina D se relaciona con un menor riesgo de infección. Esto significa que, incluso si al principio del estudio un participante tenía deficiencia, o si al final del estudio todavía tenía un nivel deficiente o insuficiente, incrementar, aunque sea un poco los niveles de vitamina D, produjo un efecto beneficioso

Inconvenientes del estudio

Como mencioné en muchos de los artículos anteriores sobre la vitamina D, para un beneficio óptimo, lo importante son sus niveles en la sangre, no la dosis de vitamina D que utilicé. Los datos de los estudios D*Action de GrassrootsHealth sugieren que el nivel óptimo para prevenir las enfermedades y optimizar la salud es entre 60 ng/ml y 80 ng/ml, mientras que 40 ng/ml se considera un nivel suficiente.

En Europa, los niveles son de 150 a 200 nmol/l y 100 nmol/l respectivamente. Para convertir ng/ml a la medida europea nmol/l, solo multiplique la medida de ng/ml por 2.5. También me parece importante señalar que 4000 UI es una dosis bastante baja. Si tiene deficiencia, es posible que necesite mucho más, tal vez de 8000 a 10 000 UI al día para alcanzar niveles óptimos.

Dos de los grandes inconvenientes de este estudio es que utilizaron dosis fijas y no ajustaron las dosis según los niveles de vitamina D. Pero hay que reconocer que, aunque no era uno de los objetivos principales, sí utilizaron pruebas de vitamina D. Lo ideal hubiera sido que el estudio se hubiera centrado en darle el equivalente de 60 a 80 ng/ml al grupo de tratamiento, y luego comparar los efectos con el grupo de control.

Dicho todo esto, el ensayo controlado aleatorio (ECA) doble ciego en cuestión no estaba disponible cuando escribí mi artículo, y es bueno saber que ahora hay más evidencia que respalda la suplementación, incluso en dosis fijas que podrían considerarse bajas.

Claro que exponerse al sol produce más beneficios que tomar un suplemento oral, y la única forma de asegurarse de recibir la cantidad ideal de exposición al sol es al analizar de forma regular sus niveles de vitamina D (de preferencia dos veces al año, en invierno y verano).

Exponerse al sol es la mejor forma de optimizar los niveles de vitamina D

¿Por qué exponerse al sol es mejor que tomar un suplemento oral? En pocas palabras, exponerse al sol tiene muchos beneficios. Además de ser gratis, no se limita a producir vitamina D, sino que se relaciona con muchos otros beneficios biológicos.

Uno de los beneficios de exponerse a la luz del sol y que no obtendrá de un suplemento oral es que estimula la producción de melatonina en las mitocondrias.

En febrero de 2020, la revista Physiology 5publicó el artículo titulado "Melatonin in Mitochondria: Mitigating Clear and Present Dangers", que me parece una de las mejores revisiones sobre los efectos del sol en la melatonina. Lo escribió el Dr. Russel Reiter, un experto en melatonina, a quien escuché por primera vez en una conferencia sobre melatonina hace más de 25 años.

El hallazgo más importante de Reiter es que el 95 % de la melatonina en su cuerpo se produce dentro de sus mitocondrias en respuesta a la radiación de infrarrojo cercano del sol u otras fuentes de luz de infrarrojo cercano.

Solo el 5 % de la melatonina se produce en la glándula pineal. La melatonina es una hormona maestra,6 un poderoso antioxidante7, un reciclador de antioxidantes,8 y uno de los principales reguladores de la inflamación y la muerte celular.9 Todas estas funciones son algunas de las razones por las cuales la melatonina es una molécula anticancerígena muy importante.10

Entonces, parece lógico que se produzca melatonina dentro de sus mitocondrias, ya que necesitan algún tipo de protección contra el daño que causa el estrés oxidativo que se crea en la cadena de transporte de electrones.

En resumen, sus mitocondrias producen ATP, que es el tipo de energía del que dependen sus células. Un subproducto de esta producción de ATP son las especies reactivas del oxígeno (ROS), las cuales causan estrés oxidativo. Tener niveles elevados de ROS daña sus mitocondrias, lo que deteriora la salud y provoca inflamación y enfermedades crónicas como diabetes, obesidad y trombosis (coágulos sanguíneos).

La buena noticia es que su cuerpo cuenta con un mecanismo para combatir estas ROS. Dentro de sus mitocondrias, también tiene un sistema antioxidante, y la melatonina es el antioxidante principal. La melatonina también regula de forma ascendente la vía de glutatión, que es otra poderosa vía antioxidante. Esto significa que su cuerpo se diseñó de tal forma que tiene mecanismos que controlan el impacto dañino de la producción de energía, pero necesita exponerse al sol para activar ese mecanismo.

La exposición al sol y la prevención de infecciones virales

De manera curiosa, también se ha demostrado que la melatonina es una parte importante del tratamiento para el COVID, ya que reduce el riesgo de trombosis, sepsis 11y muerte. 12,13

La evidencia sugiere que exponerse al sol podría ayudar a combatir muchas infecciones respiratorias, incluyendo al COVID, y al parecer este beneficio se deriva de la producción de melatonina en las mitocondrias.

Hay una serie de datos que demuestran que las tasas de COVID a nivel mundial se correlacionan con el índice solar o la incidencia de sol en ciertas áreas. Las tasas de casos positivos también se correlacionan con los niveles de vitamina D. Mientras que los niveles elevados de esta vitamina se correlacionan con un menor riesgo de contraer COVID y mayores tasas de supervivencia en pacientes hospitalizados.

Pero los suplementos orales no siempre tienen este tipo de correlación. Aquí, los estudios han encontrado resultados muy diversos. Por ejemplo, algunos estudios, que analizaron el efecto de administrar vitamina D en pacientes con enfermedad grave por COVID, no encontraron ningún beneficio, incluso en dosis muy altas. Entonces ¿de qué depende?

En otras palabras, sus niveles de vitamina D solo podrían ser un indicador de la exposición al sol. Es decir, muchos de los beneficios de exponerse al sol podrían derivarse de otros factores y no solo de la vitamina D. Por ejemplo, una investigación14 que analizó los niveles de UVA y las tasas de mortalidad por COVID, encontró que las áreas de Estados Unidos, Reino Unido e Italia con un mayor índice de UVA también tenían menores tasas de mortalidad.

La vitamina D no se produce en respuesta a los rayos UVA, sino a los rayos UVB, lo que significa que hay algo más detrás de este beneficio. En ese estudio en particular, especularon que el responsable de este beneficio podría ser el óxido nítrico, que se produce en respuesta a los rayos UVA, ya que se ha demostrado que el óxido nítrico limita la replicación in vitro del SARS-CoV-2.

Pero, si bien es cierto que la luz del sol (sobre todo los rayos UVA y la radiación de infrarrojo cercano) incrementa los niveles de óxido nítrico, el verdadero responsable de este beneficio podría ser la melatonina, ya que se produce en respuesta al espectro infrarrojo, que es uno de los componentes principales del espectro solar y que funciona de forma independiente al ángulo en el que golpea la tierra.

Por lo tanto, la zona sur de Inglaterra puede tener menos casos de muerte por COVID que la zona norte, aunque en realidad todo el país se encuentra muy al norte para producir vitamina D.

Existe una gran relación entre la melatonina y los rayos del sol

La melatonina y la luz del sol tienen una relación muy estrecha, y esta relación es única por el hecho de que hay dos formas de melatonina: circulatoria y subcelular, o bien, el tipo de melatonina que produce la glándula pineal y que se secreta en la sangre, y el tipo que producen sus mitocondrias y que se utiliza de forma local.

Al parecer, ambas dependen de la ausencia o de la presencia de los rayos del sol. Mientras que la melatonina circulatoria podría ser la "hormona de la oscuridad", la melatonina subcelular es la "hormona de la luz del día".

Desde que comenzó la historia humana, las personas han vivido y trabajado al aire libre durante la luz del día, por lo que absorbieron la energía luminosa del cielo. Era común un promedio de 10 horas al aire libre cada día y 70 horas semanales. Hoy en día, pasamos un promedio de menos de 30 minutos al día o solo tres horas por semana bajo la luz del sol, según un estudio que realizó el Dr. Daniel Kripke, profesor de psiquiatría en UC San Diego. 15

Es probable que los fotones del infrarrojo cercano estimulen la síntesis de melatonina subcelular en las mitocondrias, al activar el monofosfato de adenosina cíclico (cAMP) o NF-kB, o también al estimular las células madre de la médula ósea. 16

Pero si no expone su piel a suficiente luz solar de infrarrojo cercano, entonces los niveles de melatonina en las mitocondrias bajan tanto que no se pueden corregir con suplementos. Por eso es tan importante exponer su piel al sol todos los días. En los Estados Unidos, esta es la época del año en la que casi todas las personas pueden hacerlo. Entonces, no hay excusas, exponga su piel al sol durante una hora al día.

Los niveles de vitamina D y la enfermedad por COVID-19

Como se mencionó, en los últimos dos años, muchos estudios han confirmado los beneficios de la vitamina D para combatir el COVID y otras infecciones respiratorias, y aunque la exposición al sol es la mejor forma de incrementar sus niveles, los suplementos representan una buena alternativa.

El 27 de octubre de 2020, la página web de la revista17,18,19 Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism publicó un estudio español que descubrió que el 82.2 % de los pacientes con COVID-19 que se sometieron a un análisis de vitamina D, tenían deficiencia de 25-hidroxicolecalciferol (25OHD).

Y aunque este estudio en particular no logró encontrar una correlación entre los niveles de vitamina D y la gravedad de la enfermedad, otros estudios demuestran que los pacientes con mayores niveles suelen padecer una enfermedad más leve. De hecho, uno de esos estudios20,21 descubrió que su riesgo de desarrollar una enfermedad grave y morir por COVID-19, es mucho menor si sus niveles de vitamina D superan los 30 ng/ml (75 nmol/l).

Ivor Cummins, bioquímico y director de los programas del “Irish Heart Disease Awareness”, habla sobre una serie de estudios que demuestran que los niveles de vitamina D influyen en muchos de los aspectos de la enfermedad por COVID-19.

Una de las razones por las que la vitamina D es un arma tan poderosa para combatir el COVID-19 se debe a que influye en la respuesta de las células T. En 2014, se publicó una investigación con animales22 que explicó cómo las señales del receptor de vitamina D regulan las respuestas de las células T y, por lo tanto, afectan la capacidad de su cuerpo para combatir infecciones virales y bacterianas.

Como se señaló en este estudio, alterar la señalización de la vitamina D puede afectar bastante la cantidad, calidad, alcance y ubicación de la inmunidad de las células T CD8, lo que incrementa la gravedad de las infecciones virales y bacterianas.

Además, según un artículo que se publicó el 11 de diciembre de 202023 en la revista Vaccine: X, la respuesta de las células T de alta calidad en realidad parece ser mucho más importante que los anticuerpos cuando se trata de proporcionar inmunidad contra el SARS-CoV-2 en específico.

Se han identificado epítopos que se relacionan con el SARS-CoV-2 en las células T CD4 y CD8 de pacientes que se recuperaron de la enfermedad, y según los autores, “la proteína spike afecta menos estos epítopos que en otras infecciones por coronavirus”.24

Los epítopos25 son sitios en el virus que permiten que los anticuerpos o los receptores de las células en su sistema inmunológico lo reconozcan. Esta es la razón por la que los epítopos también se conocen como "determinantes antigénicos", ya que son la parte que un anticuerpo, receptor de células B o receptor de células T reconoce.

La mayoría de los antígenos (sustancias que se unen a un anticuerpo o a un receptor de células T) tienen varios epítopos diferentes, que permiten que diversos anticuerpos los reconozcan.

Este podría ser el resultado de un posible cebado patógeno

Es importante mencionar que algunos epítopos pueden causar un cebado patógeno autoinmunológico debido a una exposición previa por SARS-CoV-2 o la vacuna anticovid. 26

En otras palabras, si ya se infectó una vez y se vuelve a infectar (ya sea con SARS-CoV-2 o un coronavirus similar), esta segunda enfermedad podría ser más grave que la primera. De manera similar, si recibe la vacuna anticovid y luego se infecta con el SARS-CoV-2, podría desarrollar una enfermedad más grave que si no se hubiera vacunado.

Ahora también se está descubriendo que, a diferencia de la inmunidad natural, la vacuna anticovid puede hacerlo más susceptible a las reinfecciones por COVID, y cuantas más vacunas reciba, mayor es el riesgo.

Comparado con las personas que solo se pusieron las primeras dosis, hay el doble de casos de COVID en personas que tienen dosis de refuerzo.27,28 El ensayo de Pfizer en niños y el ensayo de Moderna en adultos, 29,30 también revelan que las vacunas incrementan el riesgo de reinfección31 (es decir, contraer COVID más de una vez) en lugar de disminuirlo.

Cómo optimizar sus niveles de vitamina D

Por último, recuerde que cuando se trata de vitamina D el factor más importante son sus niveles en la sangre, no la dosis, ya que la dosis que necesita depende de varios factores individuales, incluyendo sus niveles iniciales. Repito, el nivel ideal es de entre 60 ng/ml y 80 ng/ml (150 nmol/l a 200 nmol/l).

Para optimizar sus niveles de vitamina D, le recomiendo lo siguiente:

1. Primero, mida sus niveles de vitamina D: una de las formas más fáciles y accesibles de hacerlo es al participar en el proyecto de nutrición personalizado de GrassrootsHealth, que incluye un kit de prueba de vitamina D.

2. Una vez que conozca sus niveles, puede determinar la dosis necesaria para mantenerlos o mejorarlos. Su principal objetivo es exponerse al sol durante una hora al día, cerca del mediodía solar con muy poca ropa puesta, ya que esto no solo ayuda a producir vitamina D, sino también melatonina.

Si no puede obtener suficiente vitamina D a través de la exposición al sol (puede usar la aplicación DMinder32 para ver cuánta vitamina D puede producir su cuerpo según su ubicación y otros factores individuales), entonces tendrá que recurrir a un suplemento oral.

Se recomienda tomar vitamina D3 oral junto con magnesio y K2, ya que si no tiene niveles adecuados de magnesio y K2 necesitará tomar una dosis 244 % mayor de vitamina D oral.33 En términos prácticos, esto significa que si toma los tres suplementos al mismo tiempo, necesita mucha menos vitamina D oral para alcanzar niveles saludables de vitamina D.

3. Determine la dosis de vitamina D que necesita: para hacerlo, puede consultar la siguiente tabla o utilizar la Calculadora de vitamina D*de GrassrootsHealth. (Para convertir ng/ml en la medida europea (nmol/l), solo multiplique la medida de ng/ml por 2.5.) Para calcular la cantidad de vitamina D que puede obtener de la exposición regular a los rayos del sol, además del suplemento que toma, utilice la aplicación DMinder. 34

4. Analice sus niveles cada tres a seis meses: por último, deberá volver a analizar sus niveles de vitamina D cada tres a seis meses para saber si le está funcionando su exposición al sol o la dosis del suplemento.


Fuentes y Referencias

1 Nutrients October 31, 2020; 12: 3361; DOI: 10.3390/nu12113361

2 Nutrients 2020; 12(11):3377

3 Archives of Medical Research June 2022; 53(4): 423-430

4 The Epoch Times April 26, 2022 (Archived)

5 Physiology February 5, 2020 DOI: 10.1152/physiol.00034.2019

6 Indian J. Exp Biol. May 1996; 34(5): 391-402

7 Frontiers in Pharmacology August 21, 2020 DOI: 10.3389/fphar.2020.01220

8 Allergy Research Group, Melatonin, the Antioxidant Recycler

9 Cell Death & Disease 2019; 10 article number 317

10 Oncotarget June 13, 2017; 8(24): 39896–39921

11, 12 Diseases, 2021; DOI: 10.1016/j.ijid.2021.10.012

13 Frontiers in Medicine, 2020; DOI: 10.3389/fmed.2020.00226

14 British Journal of Dermatology May 31, 2021 DOI: 10.1111/bjd.20093

15 Sleep Medicine Reviews August 2016; 28: 69–85

16 Melatonin Research February 2019; 2(1): 138-160

17 The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, Volume 106, Issue 3, March 2021, Pages e1343–e1353

18 Endocrine.org October 27, 2020

19 Science Daily October 27, 2020

20 Infectious Diseases April 8, 2020 DOI: 10.21203/rs.3.rs-21211/v1

21 Orthomolecular Medicine News Service June 22, 2020

22 The Journal of Nutrition October 15, 2014; 144(12): 2073-2082

23, 24 Vaccine: X December 11, 2020; 6: 1000076

25 Creative Diagnostics Immunology

26 Journal of Translational Autoimmunity 2020; 3: 1000051

27 CDC COVID Dashboard

28 CBS June 6, 2022

29 medRxiv April 19, 2022 DOI: 10.1101/2022.04.18.22271936

30 The Defender May 4, 2022

31 Igor Chudov Substack June 19, 2022

32, 34 DMinder app

33 GrassrootsHealth Magnesium and Vitamin K2 Combined Important for Vitamin D Levels